Passeig de Gràcia, 35
EIXAMPLE
Tres damas compiten en esta “manzana de la Discordia” igual que las tres bellezas del mito griego del “Juicio de Paris” en el que Eride, diosa de la Discordia, muy enfadada por no haber sido invitada a las bodas de Peleo, se presentó en la fiesta con una manzana dorada para la diosa más bella. Las tres diosas: Atenea, Afrodita y Hera eran las que competían igual que compiten la Casa Batlló de Antoni Gaudí (1904-1906), la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch (1898-1900) y la Casa Lleó i Morera de Lluís Domènech i Montaner (1902-1906).
Tres grandes arquitectos que lejos de la discordia, reflejaron respeto y diálogo en sus trabajos. Domènech i Montaner después de viajar por Europa para conocer nuevas tendencias, fue profesor en la Escuela de Arquitectura y tuvo como discípulos a Antoni Gaudí, Josep Puig i Cadafalch, Josep Mª Jujol…
Las tres casas son fruto de una restauración de edificios ya existentes. De estilo Modernista y muy diferentes entre sí. Cada rincón de estos hogares burgueses fue embellecido por el trabajo de los mejores arquitectos y artesanos de la época.
Casa Lleó i Morera. Un poco de historia.
De una familia de comerciantes de ultramar que hicieron las Américas salió el proyecto de reformar una de las casas del paseo más codiciado por los burgueses de la época. En 1902, Francesca Morera i Ortiz, encarga a Lluís Domènech i Montaner la reforma de la Casa Rocamora.
El nombre actual por el que lo conocemos viene por su hijo, Albert Lleó i Morera, quien se hizo cargo de las obras al morir su madre. Albert se doctoró en Medicina y cirugía y fue director del laboratorio del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
En 1943, la familia vendió el edificio a la Sociedad Mercantil Bilbao, compañía de seguros. En el 2006 el edificio es adquirido por el Grupo Nuñez y Navarro al Grupo Planeta.
La reforma hecha en el edificio en 1943, la Guerra Civil, el rechazo Noucentista al anterior estilo Modernista y la adaptación del edificio para nuevos usos fueron los grandes castigos que sufrió el bonito edificio, perdiéndose partes de él.
Tal como la encontramos hoy es fruto de una rehabilitación y una recuperación arquitectónica hecha por el Grup Nuñez i Navarro.
La Visita
Isabel Vallès y Laura Pastor de Cases Singulars se encargan de hacer la visita comentada. Ellas son responsables del contenido histórico y las que están investigando continuamente para ofrecer siempre nuevos datos que enriquecen aún más el valor de estos edificios.
La visita tiene dos partes. En la primera se pasa una proyección donde se explica la historia y la evolución del edificio con el fin de enmarcarlo en el contexto histórico y social en el que estaba la ciudad. La segunda parte es la visita comentada por la planta principal, el patio y finaliza con la explicación de los elementos que encontramos en la fachada.
En la planta principal nos encontramos con el conjunto de esculturas del recibidor, obra de Eusebi Arnau. Está relacionada con la muerte del segundo hijo de Albert al poco de nacer. Representa la historia de “La Nodriza del niño del Rey”, un cuento de Joan Amades en el que la muerte del hijo queda en solo un sueño.
En todos los rincones está reflejado el gran trabajo de más de 40 maestros y artesanos que participaron: el escultor Eusebi Arnau, el mosaicista y escenógrafo Lluís Bru i Sallelles, el mosaicista italiano Mario Maragliano Navone, el decorador y ebanista Gaspar Homar i Mezquida, el pintor y ceramista Antoni Serra Fiter, el pintor, dibujante y vidrierista Antoni Rigalt i Blanch, el decorador, dibujante y pintor Josep Pey i Farriol, el escultor y tallador Joan Carreras i Farré y el escultor Alfons Juyol i Bach…
Me encantó el Sant Jordi acompañado de su bella princesa. Este va a mi ruta de Sant Jordi particular.
Los muebles de Gaspar Homar lamentablemente no pueden verse en su entorno original. Hay que visitar el Museu Nacional d’Art de Catalunya para admirarlos. En la visita se muestran unas fotos de 1907 donde se pueden ver las estancias con los muebles originales.
Al patio se accede desde el magnífico vitral de Antoni Rigalt que simboliza el árbol de la vida y juega con esta simbología en los diferentes pisos. En el primero, en el que nos encontramos, las raíces y todo lo terrenal y en el último piso las ramas del árbol que alcanzan el cielo.
Tiene un esgrafiado con una morera, símbolo recurrente en toda la casa y en diferentes materiales del apellido familiar. Se conserva la caseta que era el lavadero (el interior no se puede visitar).
En la fachada, encontramos muchas representaciones de la flor de morera y los leones en alusión al apellido de la familia. Las fachadas reflejan los intereses y aficiones de sus habitantes.
También están las ninfas con cuatro inventos del siglo XX: el fonógrafo, el teléfono, la electricidad y la fotografía. Eusebi Arnau esculpió dos musas más que presidían la planta baja. Estas fueron destrozadas y tiradas a la basura donde, Josep Gudiol, portero del edificio, salvó sus cabezas para venderlas por 3000 pesetas a un Dalí que buscaba inspiración entre objetos antiguos. Hoy podemos ver lo que queda de ellas en el patio de la Fundación Gala-Dalí.
El templete fue usado en la Guerra Civil como sitio estratégico, recibiendo así impactos y quedando muy deteriorado.
También es visible la placa con que el Ayuntamiento distinguía anualmente a un edificio desde 1899. En 1906, la Casa Lleó i Morera fue la ganadora.
Información práctica
Las visitas empiezan el lunes 20 de enero.
Los tickets para la visita se deben comprar on-line. No hay taquilla. El precio es de 15€ (hay un descuento en la tarifa hasta final de mes).
La visita dura unos 50 minutos y los grupos son de 25 personas máximo.
Enlaces de interés
BTV Notícies: L’Illa de la Discòrdia va revelant els seus secrets: s’obre la planta noble de la Casa Lleó i Morera
Blog El plaer de Viatjar: La casa Lleó Morera obre les portes
35, 08007 Barcelona, España