El Pont de Pedra es un buen sitio para empezar el paseo. Aquí está el puesto de información (13), paraditas de artesanos y el “apeadero” del trenecito que transita por la ciudad.
A pocos metros está el Refugio Antiaéreo (1) muy recomendable también para visitarlo.
Vista desde el Pont de Pedra
Desde aquí es visible el Pont de les Peixateres Velles (27). Este puente fue construido por la empresa Eiffel et Cía de París famosos por la construcción de la torre parisina.
La Rambla de la Llibertat (28) es un buen sitio para tomar algo y pasear. Tanto la Rambla como la calle que le sigue, Argenteria son peatonales. En el núm. 8 está la Turroneria Victoriano Candela que además de turrones se encuentran productos artesanos de helados, horchatas, turrones…Uno de los helados era de tomate, aceite y sal. Yo no me atreví a probarlo, ¿lo probáis vosotros?
Al otro lado del puente de les Peixateres Velles se encuentra la heladería de los hermanos Roca, el Rocambolesc pero, sólo son helados para llevar y yo necesitaba un sitio donde sentarme y descansar un rato. Queda pendiente probar sus helados en otra ocasión.
Paseando debemos pasar por debajo del Tarlà de l’Argenteria que, colgado de una barra que va de punta a punta de la calle, nos recibe haciendo volteretas. El origen de esta leyenda viene de tiempos de la peste cuando aislados los vecinos debían pasar las horas y gracias a este personaje que hacía acrobacias en la calle pasaban mejor las horas. Si os fijáis en el balcón, hay un señor que con un mecanismo de rueda hace girar el soporte en el que cuelga el Tarlà, haciendo así graciosos movimientos acrobáticos.
Al lado encontramos uno de los rinconcitos que más me gustan de la ciudad, las escaleras (38) y la Església de Sant Martí (39). Este año la iglesia está compuesta como un jardín tipo inglés con sus pérgolas y las escaleras están ocupadas por tres mariquitas invasoras.
En estas escaleras tiene Le Bristot una terracita de los más encantadora. Este restaurante lo conocí gracias a David de La hora del Bagel. En su blog tiene una entrada de su visita. Es un menú cerrado de 20€ platos a escoger muy completo y variado.
Cerca encontramos La Fontana d’Or (31), actual CaixaFòrum Girona. El bonito patio central del edificio cada año se adorna con acertadas composiciones florales salidos de proyectos sociales.
Siguiendo nos encotramos con el carrer Ballesteries donde está en el núm 29 la Casa Masó (52). Esta calle discurre paralela al rio Onyar. En el núm. 23 encontramos La Terra un sitio muy recomendable para comer algo rápido o para tomar un te con vistas al río con decoración muy especial.
Una vez aquí podemos seguir el camino hasta encontrarnos otra vez con la Pujada de Sant Feliu donde encontramos otra terracita debajo de unos árboles que invita a descansar.
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Girona, España
