Reial Cercle Artístic de Barcelona.
Carrer dels Arcs, 5
BARRI GÒTIC
Es un paseo habitual de muchos bajar por la Av. Portal de l’Àngel y pasar por delante del Reial Cercle Artístic para llegar a La Catedral.
En este habitual camino nos cruzamos con este edificio que por mi parte, poco sabía. Me llamaba la atención la terraza del restaurante que hay encima de “La Caixa” (actualmente cerrado) con la figura de bronce en su fachada y el Dalí de cartón piedra que nos saluda desde la puerta de la entrada.
Esta figura de bronce es el Geni Alat o Geni de les Arts de Josep Monserrat i Portella. La fundición Masriera la fundió cobrando sólo el precio de coste. Es una alegoría al mundo del arte y a su triunfo. Representa Zéfir, el dios del viento encargado de que florezcan las flores.
En su patio interior nos encontramos esculturas como este Sant Jordi de Dalí que va a mi Ruta de Sant Jordi.
Había visto fugazmente en una ocasión uno de sus salones y desde entonces que tenía en la cabeza volver a entrar.
No fue hasta esta semana pasada cuando en un impulso, saqué la vergüenza a paseo y me adentré para preguntar.
Mi suerte fue que me encontré con una persona dispuesta a enseñarme todo lo que pudo de esta magnífico edificio fruto de reformas y rehabilitaciones que si seguís leyendo os voy a explicar.
El Reial Centre Artístic fue fundado el 1881 por un grupo de pintores de Barcelona y con el objetivo de promover la vida cultural de la ciudad.
Desde 1895 estaban en el carrer dels Arcs, 7. Era una casa que hacía esquina con la Pl. de Santa Anna. Esta casa con el tiempo fue derribada y actualmente lo ocupa la entidad financiera de “La Caixa” y la terraza que da a l‘Av. Portal de l’Àngel.
El 1899 se acordó en una junta trasladarse a otro local más apropiado. El mismo verano la entidad alquiló la Casa Rull (Av de les Corts 313-315).
El 1916, Alfonso XIII les concedió el título de Reial Cercle Artístic de Barcelona.
El verano del 1936 nuevamente hubo un cambio en la ubicación siendo esta vez la Pl. Catalunya, 14 su destino. Aquí estuvieron 24 años hasta que venció el contrato de alquiler y no se pudo renovar.
Se trasladarían nuevamente. Fue en este momento cuando surgió la posibilidad de pasar al Palau Pignatelli y la Casa Bassols situados en el carrer dels Arcs, 5 y carrer Cucurulla, 4.
Este antiguo palacio se pudo adquirir el 9 de diciembre de 1959 siendo alcalde Josep Maria de Porcioles y firmándose las escrituras en el ayuntamiento.
La Casa Bassols es del siglo XVI y fue reformada por el arquitecto Josep Fontserè i Domènech a principios del siglo XIX. Las aperturas tienen decoración gótica con relieves renacentistas. En una de las ventanas está representado Hércules, que según la leyenda mitológica fue el fundador de Barcelona. En un principio la entrada estaba por el carrer Cucurulla. Esta casa estaba unida a la otra parte de la entidad, el Palau Pignatelli.
El Saló dels Atlants se descubrió detrás de unas falsas paredes. Esta y otros descubrimientos hicieron que el arquitecto Adolf Florensa confirmara la antigüedad que se le suponía al edificio, finales del siglo XIV, principios del XV.
Para mi esta sala es una de las joyas del palacio. Es una maravilla todo y la visión de los doce Atlantes con la cara de esfuerzo aguantando el universo impresiona.
El 1971 se derribó la casa del carrer dels Arcs, 7 para ampliar la Pl de Santa Anna con la que hacía esquina. Al tirar la fachada aparecieron piedras procedentes de antiguos edificios de los siglos XV al XVIII que se conservaron para la fachada prevista que se completó con ventanas góticas procedentes de coleccionistas.
Durante las obras apareció el esqueleto de un perro, probablemente el guardián del palacio. El artista Lluís Montané Mollulleda hizo esta escultura como recuerdo.
En la planta noble, igual que la Sala dels Atlants está la Sala Fortuny. Esta sala igual que el espacio que ocupaba el restaurante y están pendientes de reforma y en un futuro abrirán otra vez el restaurante.
Actualmente la segunda planta está alquilada y la tercera planta está destinada a salas de trabajo. Estas salas dan a un patio/terraza para el descanso de los socios.
El ambiente que se respira es de tranquilidad mientras sus miembros están en proceso creativo.
En el último piso está la azotea que en su parte interior da al patio/terraza para el descanso de los socios y la parte exterior, ¿conocéis esto? Qué imagen más diferente de la Av Portal de l’Àngel, ¿verdad?
Y al darme la vuelta Santa Helena, entre azoteas, nos estaba mirando desde lo alto del cimborrio.
La información es de la revista digital del Cercle de un artículo de la Historiadora del Arte María Isabel Marín.
5, 08002 Barcelona, Spain