Nos vamos a la Conca de Barberà. L’Espluga de Francolí es un pueblo que os va a sorprender. Además, si os gustan los calçots, ahora es una buena época para hacer unes escapada por esta zona.
Un poco de historia.
Fue en 1851 cuando un vecino de la localidad estaba haciendo obras en su casa. Estaba perforando para hacer un pozo y se encontró, seguramente muy asombrado, con una galería que daba a un río subterráneo. Este río subterráneo tiene 3.600 metros de galerías y por su dimensiones es una de las cuevas más grandes de mundo.
En la época romana se produjo un derrumbamiento que tapió la entrada a esta cueva, quedando olvidada hasta que el vecino lo redescubrió. Pasaron unos años hasta que en 1956 el Centre Excursionista Pirinenc se aventuró desde la galería abierta en las obras a esta gran cueva. Un año más tarde se abrió la actual entrada a la cueva.
Por sus galerías corre agua que sale al exterior en la Font Major, donde nace el río Francolí.
El nombre con el que se conoce el pueblo desde el siglo XI procede del latín y significa cueva. Su etimología y los descubrimientos arqueológicos hechos, llevan a pensar que el orígen fue la ocupación de esta cueva desde el Paleolítico medio.
Actualmente la Cova Museu de la Font Major se puede visitar sólo con guía que, acompañado de recursos de vídeo, luces, y animaciones, te adentra a conocer desde el neardenthal hasta el homo sapiens. Por la oscuridad y los efectos, creo que es aconsejable niños no muy pequeños, que puedan entender algo sin que se asusten. La cueva no tiene ningún peligro, es todo llano y se puede caminar sin ninguna dificultad.
Para los más atrevidos es posible seguir la visita por la galería con trajes de neopreno en una ruta de aventura y de iniciación a la espeleología. Aventureros, hay dos sifones y el segundo, aún no lo ha pasado nadie.
Os recomiendo mucho esta visita. No se pueden hacer fotos. Dentro un fotógrafo te hace una foto que puedes comprar al salir. Estoy muy en contra de esta práctica pero, es lo que hay. Además, la mejor promoción podría ser que os enseñara alguna imagen y no la tengo.
Después de visitar la cueva, hay que reponer fuerzas. Un buen sitio es el Museu del Vi. Esta bodega modernista que fue el Celler cooperatiu de Baix o “dels rics”. Fundada el 1902 fue una de las primeras cooperativas de Catalunya. La bodega se construyó en 1923 por Pere Domènech i Roura (hijo de Lluís Domènech i Montaner) y fue ampliada dos veces: una por Cèsar Martinell (1926-1929) y otra por el mismo Pere Domènech (1961).
La visita al museo tiene tres partes: la historia del cultivo y la elaboración del vino, la elaboración moderna del vino y la historia del edificio.
No os vayáis sin probar el vino. A la salida podéis hacerlo y comprar vino y otros productos de la zona.
Obligado ver el precioso trabajo de forja que hay en el paseo Canyelles. Se trata de una baranda hecha por los artesanos de la forja Cal Biel, ubicados allí mismo. La baranda recrea los diferentes oficios que han marcado la historia de este lugar (herrero, hostalero, agricultor, cartero, esquilador de animales, carpintero, boticario, etc.)
La forja tiene una larga tradición en Catalunya. Con la indutrialización, bajó su peso productivo a favor de fundiciones industriales que hacían trabajos en serie. Los grandes arquitectos del modernismo recuperaron esta tradición revalorizando su trabajo artesanal único y el pasado industrial de Catalunya.
Los trabajos salidos de la forja de Cal Biel los puedes encontrar también cerca en el Monestir de Poblet y en el pueblo de Montblanc.
Una de las personas importantes que salieron de l’Espluga tiene un gran relación con Barcelona. Fue Lluís Carulla i Canals. Fue un importante empresario de una de las más importantes empresas alimentarias de España, la Gallina Blanca i promotor de iniciativas como Omnium Cultural y la Fundación Jaume I.
En l’Espluga su legado puede verse en el Casal de l’Espluga que hizo para el pueblo. Obra de Lluís Bonet i Garí. Este arquitecto se formó con Josep Puig i Cadafalch y fue discípulo de Antoni Gaudí. En Barcelona podemos ver obras suyas como el Banco Vitalicio (Edificio Generali) de la Gran Via, la cruz de Pedralbes y su colaboración en la fachada de la Pasión de la Sagrada Família.
Este espluguense creó la empresa Gallina d’Or (mayo de 1937) en una Barcelona en plena Guerra Civil. La empresa cambio su nombre por el de Gallina Blanca al poco de abrir. Esta si la conocéis, ¿no?. Producían unos cubitos de caldo concentrado por 25 céntimos que fue una gran revolución en la cocina: con gran rapidez y facilidad, permitían preparar caldos. Fueron muy importantes y populares durante la guerra y la larga posguerra para la alimentación de muchas familias. Fue en 1954, una vez desaparecidas las cartillas de racionamiento, cuando sacaron al mercado las conodicas pastillas de caldo Avecrem.
Su primera fábrica estuvo en el passeig de Gràcia, justo donde hoy hay el centro comercial Boulevard Rosa hasta que tuvo que trasladarse para poder crecer. Estaba en los bajos del edificio y compartía el edificio con un elegantísimo restaurante-café llamado Salón Rosa.
Su casa pairal es actualmente el Museu de la Vida Rural. Es otra de las visitas que os recomiendo hacer. Nuestra sociedad ha pasado de un mundo agrario y rural a uno industrial y urbano y no debemos olvidar nuestro pasado y conservar sus valores.
Este museo recupera la tradición y los valores de este mundo rural. Con un montón de objetos y representaciones explica la vida cotidiana, la tradición y los valores del mundo del campo y los oficios antiguos. Un mundo que no debemos perder y del que tenemos mucho que aprender.
En vuestro paseo por el pueblo, podéis fijaros en los elementos arquitectónicos catalogados que podéis reconocer en la página del Consell Comarcal de la Conca de Barberà.
Enlaces de interés:
Web Consell Comarcal de la Conca de Barberà: L’Espluga de Francolí.
Web Cova Museu de la Font Major
Web Turisme de L’Espluga de Francolí
Web Museu del Vi
Web Món de la forja
Web Barcelona.cat. Episodis Històrics. La Gallina Blanca
Web Barcelofília. Salón Rosa: Passeig de Gràcia (1932-1974)
Tarragona, España